No trates de esconder tus vergüenzas. Es inútil. Todos vamos desnudos por muchas pieles de corderos o lobos que nos pongamos. ¿No has oído mil veces que la cara es el espejo del alma? El primero que lo dijo fue Cicerón. Pues eso: tu, mirada, tus gestos, y no digamos tus muecas, tu risa, sonrisa y carcajada, tu forma de mirar, escuchar, tocar, acariciar... te delatan, nos delatan, descubren hasta los más profundos escondrijos. Ay, como les delatan a muchos personajes muy públicos sus rostros.
Dime como besas, abrazas, das la mano, lánguida, muerta o apretada, y te diré quién eres.
Dime cuándo y por qué te exaltas y te pones vehemente y te calificaré de arriba abajo y hare tu retrato.
No me digas qué cadena oyes, qué programas de la tele ves, que libro estás leyendo... que no hay que ir a Salamanca para detectar que cuando me das los buenos días y te noto encendido, cabreado, más bien, contra el mundo y sus alrededores..., ya sé en qué fuentes bebes y acabas de beber. No falla. ¿Eres tú o más bien la voz de tu amo? ¿Eres tú el que piensa por ti mismo o tus pensamientos no son más que la sombra de los rebuznos e insultos que acabas de oír? Puede sucederme.
Podemos seguir: Dime que cantas en la ducha, si es que cantas, porque si no abres la boca te descubres más todavía.
Dime a quién sueles votar porque ello, aunque no lo creas, descubre tu alma y tus más hondos sentimientos, pensamientos y valores.
Dime si crees en la cigüeña, los Reyes Magos, que todos son iguales, que todo el mundo es bueno, que todo es una mierda, que vamos a peor y esto no hay quien lo aguante y te regalaré el más atinado retrato. Ten cuidado la tierra que pisas.
Es así, por mucho que te escondas, nos escondamos, te cubras con mil ropajes y cien caretas, no lograrás nunca tapar tus vergüenzas, el color de tus ojos, la ternura del corazón, si de ella te queda algo, que es seguro que sí, la mala leche de la sangre y los pies planos, si realmente tienes los pies planos.
Y no hace falta que nadie venga a decirnos que el Rey va desnudo, porque a alguno se le ve hasta el plumero desde lejos y a todos nosotros tal vez de cerca y de lejos. Desnudos, aquí no se salva ni Rita la cantaora, en el caso de que fuera cantaora, que vete a saber.
Lógicamente la psicología no ha estado lejos del tema y el que más se ha acercado y estudiado a fondo este asunto es el psicólogo Paul Ekman, quien se centra en analizar las seis emociones principales que son expresadas a través del rostro humano: ira, asco, miedo, alegría, tristeza y sorpresa. A lo largo de su libro “El Rostro de las Emociones” Ekman nos revela cómo el rostro humano puede ser una ventana hacia el mundo interior de las personas, permitiéndonos comprender mejor sus estados emocionales. Por eso nada quizás como ir por la vida con las cartas boca arriba. Ya lo sabes, desnudos como los hijos de la mar.
http://youtu.be/EUkKd2gZm0E?si=oTnhcbSm7KD8wm2Y Serrat & Noa - Es caprichoso el azar


No hay comentarios:
Publicar un comentario