jueves, 6 de julio de 2023

LA VIDA ES UN PÁJARO…

 



“La vida, escribió Beda el Venerable, monje inglés de la Edad Media, es un pájaro que sale volando de la oscuridad, aletea mientras cruza por un salón iluminado y regresa a la negrura de la que surgió”.
Quizá quienes me siguen no recuerden, o sí, que este tema ya lo toqué a partir de un frase expléndida del autor de “Lolita,” Nabokov, y decía así: “Nuestra existencia es un grieta de luz entre dos eternidades de oscuridad”, que viene a ser lo mismo que la del Venerable, y es tan hermosa y fascinante, si no más.
Y no hay más remedio que volver porque ese pozo tiene abundante agua y no se seca tan pronto ni en época de sequía, como la actual. Pero no leeré aquel escrito porque no está bien plagiarse ni a uno mismo, a los otros, ya sabes que es delito, a no ser que el plagio vaya acompañado de asesinato, es decir, que lo plagiado mejore al original, que pudiera suceder en ocasiones.
¿Qué se nos quiere decir a quienes tan despistados y desnortados caminamos por este bosque oscuro de una vegetación espesa y abigarrada?
Lo primero que no somos más que pájaros, en exceso frágiles, a merced del viento, por mucho que levantemos las alas y saquemos pecho, siempre fatuo, y más cuanto más lo hacemos. Salimos de la oscuridad, de la nada, para ser más exactos y volvemos a la misma. El soneto de José Hierro “Vida”, tan estremecedor, como lúcido e irrebatible, es contundente:
“Después de todo, todo ha sido nada, / a pesar de que un día lo fue todo… Ahora sé que la nada lo era todo, / y todo era ceniza de la nada...
Con este final apabullante:
Qué más da que la nada fuera nada / si más nada será, después de todo, / después de tanto todo para nada”.
Podemos piarla todo lo que queramos como los pájaros, pero al final, nos toparemos con la nada y si quieres un poco menos fuerte, con la oscuridad, que no se sabe qué será peor…, y no le des más vueltas.
Es así y no hay que pedirle peras al olmo, como la vida, que da lo que da, y sin embargo importa sobremanera detenerse en lo hermoso y sublime que, a buen seguro, lo hubo y lo sigue habiendo, ya sabemos que la vida es una noche en una mala posada, que decía nuestra Mística, pero puede haber mucho de Nochebuena, y es suficiente, una ráfaga de aire fresco que se eterniza, como se eternizan los besos de las madres, de la esposa, los hermanos, las amigas…, y si tienes hijas, ni te cuento, cuando hacen de enfermeras contigo sobrepasando a las mejores profesionales. Como se eternizan todos los grandes amores, todas las buenas amistades y todos los mejores momentos.
Es una grieta de luz, pero cuánta grandeza, o mejor un pájaro volando entre dos oscuridades, volando y flotando en los cielos infinitos mientras dura el vuelo. Y quede claro, siempre lo digo, porque lo pienso desde los adentros, que no hay final después de llegar, igual que los ríos que van a dar a la mar…, para volver a empezar siempre de nuevo, porque la vida, no la nada, sigue y sigue con nosotros y sin nosotros. Mueren las olas al instante y nunca terminan de morir porque siempre están de regreso otras. ¡Cómo no recordar a Virginia Wolf en su novela “Las olas”! No te fijes tanto en las que mueren, fíjate más en las que vuelven y vuelven…Es decir, que la vida sigue…
https://youtu.be/WsrDYubnNJY Ave Maria- Astor Piazzolla for Violoncello and Piano

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