No, no saltan chispas, parecieran más bien flores de sangre, glóbulos rojos desprendidos de dos corazones sintiendo al unísono y susurrando la misma melodía. Pasa…, cuando dos se besan, todo enmudece, y más y mejor aún, la mirada y la postura del gato, impagables, contemplando ensimismado la escena, cómo perdérsela; el sombrero de ella se ha ido por los aires para verlo todo desde arriba; y el pájaro levitando, patidifuso y embelesado. Todo ello para enmarcarlo en instantes de eternidad.
Él quieto, dejándose hacer y querer. Ella elevándose, cuanto puede, a los altos cielos, protagonista del encuentro amoroso y muy activa en el empeño.
Y en el centro de todo, el beso pasión, intenso y hondo, ¿por qué tuvo que verse en tiempos de cavernas de muerte y desprecio a todo lo hermoso, sentido por la carne, como algo a eliminar por sucio y pecaminoso, cuando es tan limpio y excelso que hasta los animales en su desnuda inocencia quedan quietos y paralizados contemplando gozosos, felizmente, embelesados, mientras las cosas vuelan alto y brindan por la vida henchida de sentimiento?
Ya lo sabes: “Por una mirada, un mundo, / por una sonrisa, un cielo, / por un beso... yo no sé / qué te diera por un beso”.
https://youtu.be/6BathVeQzjo The Chieftains Bonnie Raitt A Stór Mo Chroí.
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