miércoles, 9 de julio de 2025

NO ESTÁ EL HORNO PARA BOLLOS

 



1.- 14 millones de personas del Tercer Mundo penden de un hilo porque viven pendientes de la Agencia al Desarrollo Estadounidense. Junto a Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, han anunciado recortes al tiempo que la mayoría de países rinde pleitesía al mayor (impresentable) emperador del Mundo, Donald Trump, a quien “besan el culo” impunemente y se desentienden del problema número uno del planeta. A lo que hay que añadir, por si esto fuera poco, el cambio climático con sus desastres periódicos que va a más, el genocidio sobre Gaza y la guerra de Ucrania, además de la desigualdad injusta e hiriente en el mundo.
La debilidad de la ONU se ha manifestado con claridad: “La financiación es el motor del desarrollo y ese motor se está ahogando” dijo en la cumbre de Sevilla el secretario general, Antonio Guterres. El problema está en que los Gobiernos junto a EEUU están mirando para otro lado claudicando abiertamente, impúdicamente, y tratando de dedicar el 5% del PIB a sus ejércitos para gastos de defensa. La ayuda humanitaria pareciera que no es de su incumbencia. Pasan de largo.
2.- Ya es lugar común decir que lo más grave, siéndolo mucho, no es que Donald Trump sea como es, sino que le voten 80 millones de estadounidenses, o casi. Y siendo Abascal como es, dos o tres millones, y asimismo a Ayuso, y a MAR, su sombra, los madrileños. Que es lo mismo que sucedió con otros líderes de infeliz memoria. Y no se entiende. ¿Qué nos pasa, qué les sucede para encandilarse de una manera tan atroz, tan estúpida, tan fuera de todo?
3.- A la gente de VOX estar al día les puede. La última es irse al siglo XIII a buscar e ADN de la identidad nacional y más en concreto a la batalla de las Navas de Tolosa donde las tropas cristianas lideradas por Alfonso VIII se alzaran con la victoria en un choque con el imperio almohade frenando así el avance musulmán. Ya sabes, esta gente lleva el asunto de la Reconquista en la sangre y olvidan, ay, que todos, ellos también mal que les pese, llevamos sangre musulmana, ibera, celta, visigoda, judía y cristiana... y más y más. ¿Quién habló de pureza de sangre a estas alturas? Estudien un poco más y abran el cerebro a lo plural y complejo, por favor.
Y lo último, lo más escandaloso por racista, VOX defiende la deportación de ocho millones de inmigrantes. ¿Cuidarán ellos y ellas de las personas mayores y dependientes, cogerán la fruta, se subirán a los andamios de la construcción, abonarán las cuotas a la Seguridad que ellos religiosamente aportan? Item más: Han olvidado que nosotros emigramos durante los siglos XIX y XX rehaciendo las vidas y que, insisto, por nuestra sangre corre sangre múltiple. España no se destruye por los que vienen y se integran, más bien con mentes con esa carga de xenofobia tan atroz.
Y lean, por favor, lean y se documenten un poquito: Un reciente estudio del Banco Central Europeo dice que el 80% del incremento del PIB de los últimos cinco años en España ha sido impulsado por los trabajadores venidos de fuera.
4.- Y en estas, Netanyahu propone a Trump para el Nobel de la Paz. Sin comentarios. Esto me puede, creo que nos puede.
https://youtu.be/lY7sXKGZl2w?si=tPMV3cFMB0WNbYgN KATICA ILLÉNYI - Once Upon a Time in the West - Theremin

sábado, 5 de julio de 2025

LA IMPORTANCIA DE SABER MIRAR

 




Aquí importa lo que el mirón, contemplador añada de su cosecha y ahí radica la genialidad del artista que, con dos trazos levísimos, es capaz de ha cernos crear, vibrar, concluir con el incipiente relato. Porque hay relato. Parece nada, unas simples líneas abocadas a la nada como trazadas al aire con la misma desgana que parece que refleja o intenta reflejar el artista, porque arista es, y lo demuestra en cada trazo. Insinúa, nos trae y nos lleva, nos cuenta y hasta puede que dé paso y alimento a nuestras emociones y nuestra dormida creatividad que puede ser mucha si te para y te lo trabajas. Ahí reside, insisto, la genialidad del artista, Frederic Forest: hacerte llevar, ponerte en trance de iniciar un largo viaje, si te empeñas y te empeñas bien.
Intuyes que la figura primera ha puesto una pierna sobre la otra en un cruce espontáneo, una bien apoyada en el suelo y la otra volandera libre de la tierra marcando el compás al aire. ¿Las manos?, Ay, las manos, abandonadas a su suerte, con la misma languidez de la tarde que se va apagando, pero el porte enhiesto y la mirada hacia la lejanía en señal de quien espera algo o a alguien.
El inmenso acierto del artista está en invitarnos a ser actores y protagonistas, y artistas a su vez, del cuadro que ni siquiera es un cuadro, sino un amago, un inicial bosquejo, una leve silueta de la estirpe de la levedad del ser y te hace ir donde quieras ir motivado por el viento de tu fantasía.
¿Espera a alguien? ¿A quién? ¿Qué proyecta hacer en breve? ¿Esta noche? ¿Cuánta vida tiene por delante? ¿Es feliz? ¿Y si no lo es, por qué no lo es?
Y paso a contarte la historia completa. Tenía guardada esta viñeta porque vi en ella algo que me seducía y la guardé en las carpetas de las perlas que encuentro al azar, hasta que mi buen amigo y espléndido poeta, Luis Alonso, sacó de su baúl la suya, la de la derecha, y se me encendieron las antenas al verla y al leer su comentario-largo pie de foto:
“Fue así como en medio de la barahúnda se me vino a la mirada este dibujo a línea. Representa exactamente lo contrario a todo ese exceso de ruido, de calor, de turismo masivo, de estridencias en los telediarios, de contenedores desbordados convertidos en vertederos. Voy a la cuestión. Es verano en ese dibujo, pero no aparece ahí ni pizca de promiscuidad, ni churretones. Tampoco hay en él certezas concluyentes. Más bien lo contrario. Ese pie izquierdo duda, no se decide si preguntarle al tobillo de al lado qué prefiere, si calzarse o seguir descalzo, si le perdona lo de anoche o… sigue enfadado, celoso...” Y sigue Luis al poeta que lleva dentro creando escenas de indiferencia o declaraciones de amor.
Titulé a esto: la importancia de saber mirar, pero bien podría haberlo titulado: la aventura de saber mirar, y en verdad que es una hermosa aventura.
https://youtu.be/1Z7RJOAkXMo?si=pEf5UB1BytAPtyKe Anouar Brahem "Halfaouine" Live in Carthage - 2014

miércoles, 2 de julio de 2025

LEYENDO A SÁNDOR MÁRAI... Y SABOREANDO

 



“Perdí al hombre y a cambio hallé el mundo... Me divorcié de mi marido y ahora vivo sola”. Y me quedo pensando, saboreando, que para eso leo: Cuántas veces ese es el verdadero camino de la libertad.
“Las ideas hermosas es mejor no repetirlas porque se desgastan y pierden su magia”. Y me digo, para mis adentros, que si son hermosas es bueno repetirlas hasta que hagan nido en nuestras cabezas, pero, ojo, sabiendo que si se repiten en exceso se desgastan y se convierten en lugares comunes perdiendo en el camino su inicial frescura.
“Olía a otoño y anochecía temprano... Miraba pensativo el crepúsculo gris perfumado de mosto”. Me detengo a la fuerza para que ese hallazgo poético cale en mi memoria, que me lleva a aquellos crepúsculos de mi infancia cuando en la bodega de casa pisaban la uva.
“Había que callar con él y estar atenta a aquello sobre lo que él callaba”. Está claro que los silencios son con frecuencia más elocuentes, o tanto, que las palabras mejor o peor hilvanadas.
“Se avecina un mundo en el que todo el que sea bello será sospechoso. Y todo el que tenga talento. Y el que tenga carácter... La belleza será un insulto y el talento, una provocación. ¡Y el carácter, un atentado! Porque ahora llegan ellos, saldrán de todas partes cientos de millones de ellos. Y estarán por todas partes... y serán cada vez más. ¡Tenga cuidado!”. No es halagüeño el panorama, pero por desgracia es tan real... Menos mal que todo lo contrario, a la vez, se palpa en ese mismo paisaje, puesto que me niego a pensar que junto a las sombras no broten las luces, y hasta con abundancia.
Siempre que escuchaba las peroratas de los patriotas sobre el amor a la patria se callaba porque para él, el cuarto personaje de la novela que leo, “La mujer justa”, espléndida obra, por cierto, la única patria era su lengua materna, el húngaro. Y el escritor que había sido, ahora callaba y ya solo leía diccionarios. Ya no creía en las palabras, pero seguía amándolas “las paladeaba, las saboreaba, miraba hacia el techo y soltaba la palabra para que pudiera volar como una mariposa”, porque para él, esas palabras estaban hechas de una sustancia sabrosa, como la carne o la sangre. ¿No estará, sin querer o queriendo, el propio autor, tan prodigioso domador de las palabras diciéndonos lo que él piensa del lenguaje que usa en sus novelas, porque solo amándolas, degustándolas y saboreándolas como hace el personaje que está describiendo en boca de Judit, la segunda mujer protagonista, se puede escribir como Sándor Márai? “Lo único que aún le gustaba era el sol, el vino y las palabras, pero fuera de contexto”.
Mientras la ciudad está siendo salvajemente bombardeada va aprendiendo que “la cultura es cuando una persona... o un pueblo... se colma de una alegría inmensa... Y esa alegría es la cultura”. Y yo en mi ciudad en paz, pero viendo y escuchando las guerras terribles, como todas, de Israel sobre Palestina y de Rusia sobre Ucrania, pienso igualmente que después de todo la alegría que les quede y la alegría que nos queda es la cultura. Es la alegría que regresó a las calles de Portugal, hace 50 años, cuando los claveles volvieron a las calles.
Una gran novela estructurada en tres largos monólogos de Marika, Péter y Judit que son los que van narrando, con mucha maestría y estilo diferente, gran parte de sus vidas y las relaciones entre sí. Un autor que nunca defrauda.
https://youtu.be/QIl9QIr74mA?si=bJ8ifUPirylEJAV0 Adoro- Olé México GNP Buika & Alondra de la Parra

sábado, 28 de junio de 2025

EL FUTURO TAMBIÉN ES NUESTRO

 



Lo normal, cuando eres niño, adolescente o joven, es que solo mires hacia adelante y hacia el futuro que te aguarda expectante. Toda la vida por delante, cómo no mirarla con la mirada del potro salvaje ante la pradera para correrla y recorrerla a discreción y placer. Es la página en blanco que todo escritor contempla con ansias de inundar de palabras.
¿Pero, entrados y cumplidos los muchos años, las personas mayores pondrán la mirada sobre su futuro con similar expectación, curiosidad y pasión?
Me apetece sostener que por qué no. El futuro es suyo, es nuestro, con el mismo derecho que los jóvenes y como igual que ellos somos de este siglo, ni del pasado, y menos de la Edad Media o el Paleolítico. Eso depende de ti, depende de nosotros para seguir esperando que la vida, dure lo que dure, pues nadie sabe si esta tarde o dentro de unos meses tendrás la ocasión de vivir instantes de casi infinita felicidad y de mayor valor que todas las etapas anteriores juntas.
Ni de entrada ni de salida nadie tiene derecho ni poder para quitarme, quitarnos, ese sueño, esa posibilidad, esa circunstancia nada banal, nada accesoria y más bien con el peso específico de las cosas grandes.
Citaré, una vez más, a Rita Levi Montalcini: “Yo creo, al contrario que Bobbio, decía, que no debemos vivir la vejez recordando el tiempo pasado, sino haciendo planes para el tiempo que nos queda, ya sea un día, un mes o varios años, con la esperanza de poder realizar unos proyectos que no habíamos podido acometer en los años juveniles”.
Ahí quería llegar, no tolerando que nadie frene nuestros sueños ni nuestros proyectos de vida, sean chiquitos o tan ambiciosos como pudo serlo y atreverse a poblar de figuras grandiosas la grandiosa Capilla Sixtina como lo hizo Miguel Ángel, en plena madurez, y en nuestro tiempo inmensos talentos más allá de los 90 nos están dejando boquiabiertos.
Y quería llegar también a la cita que he cogido al vuelo, que hago mía y que jamás dejaré que se pierda en el olvido: “Supongo que la vejez comienza cuando miramos atrás más que adelante, pero lo cierto es que yo sigo mirando con ilusión los años que me quedan por vivir y, sobre todo, las sorpresas que me aguardan cada día”. May Sarton, poeta, novelista y memorialista estadounidense, en “Diario a los setenta”, que deberé leer.
La hago mía, insisto, con pleno derecho: Desde que me jubilé me he metido entre otras cosas a coordinar y dirigir dos talleres semanales de escritura creativa y ya, como quien no quiere la cosa, llevamos a la espalda 15 cursos y está esperando el próximo Nº 16, que ya, desde hace unos meses por aquello de mi impaciencia tengo preparado y listo el programa con 33 sesiones y 100 páginas apretadas, con el ánimo subido de tono, quiero decir que con más ilusión, lógicamente, que los primeros años. Ya les he dicho para motivarles más de lo mucho que están que me gustaría hacerlo a mí de lo bien, me parece, que ha quedado. En esto no necesito abuela.
Está claro: El futuro también es nuestro. Otro día hablaremos del edadismo, concepto en boga, que apareció hace ya más de 50 años, que nos quiere robar el futuro. ¿Serán necios y ladrones?
https://youtu.be/R8RjV3yfSZw?si=ypo7hOlv0OWM1xVF Luz Casal - Volver a comenzar (Lyric Video)

miércoles, 25 de junio de 2025

DIOS NO NECESITA CASTIGARNOS

 



“Dios no necesita castigarnos. Simplemente nos otorga una larga vida para que nosotros mismos nos castiguemos”. Leah. Tomado de la fantástica novela “La Biblia envenenada” de Bárbara Kingsolver. Además de escritora, activista a favor del medio ambiente y de los derechos humanos.
Leo y se me encienden muchas luces. ¿Por qué habría de castigarnos? Como tampoco castigo alguno para los primeros padres, Adán y Eva, arrojándolos fuera del paraíso aquel, cuando sabemos que los primeros padres, los pobres, se hallaban subidos a los árboles hace más de un millón de años. Fue el autor del Génesis que se inventó esa historia que no venía a cuento, aun cuando él creyera en ese cuento que nos contó. Enseguida ese mismo Dios se arrepintió de haber creado al hombre por irse por los derroteros de la carne en Sodoma y Gomorra. Fue el mismo autor que entendía que Dios era de la misma imagen y semejanza que su corto pensar.
Y uno que es incrédulo-crédulo o creyente-descreído crítico, piensa que nos lo han puesto difícil, como difícil-imposible de entender eso del misterio de la Santísima Trinidad ¿Cómo puede haber un Dios que manda a su hijo al sacrificio de la muerte en Cruz para redimir al género humano al que tanto amaba? ¿Y cómo puede ser capaz de crear un infierno para enviar de por vida, esto es, eternamente, por haber cometido algún pecado de tres al cuarto? Menos mal que los últimos Papas parece que ya no creen en el infierno. Y puestos, uno que ya es un poco descreído, se pregunta: ¿Y con el cielo, hacemos lo mismo? Y no digamos la preferencia a su pueblo elegido por encima de todos los demás... Y más y más y más. Sí, ¡qué difícil nos lo han puesto! “¡Y el hombre / no soporta más que por instantes la plenitud divina. / Después, la vida no es sino soñar con ellos”, Friedrich Holderlin
Pero dejo constancia y convencimiento de que muchas páginas de la Biblia, son parte de un grandioso libro.
Sigo leyendo: “No me imagino a un Dios colérico y a un Jesús benévolo e imparcial viviendo en la misma casa”.
Adah, la hermana gemela, de Leah, es castigada en el colegio de rodillas una hora con granos de arroz bajo las mismas, para que rezara por su alma, y descubre con sorpresa que ya no creía en Dios. No me extraña, algunos niños pierden la fe muy pronto, sin esperar a mayores. Aunque lo de perder es un decir clásico, porque pudiera suceder que es una ganancia.
La estructura de la novela es original y muy interesante. Las narradoras son la madre y las cuatro hijas que conforman la familia con un esposo y padre pastor protestante que vive un tanto alejado de la familia porque bastante, según él, tiene con dedicarse a la salvación de las almas y predicar los versículos de la Biblia que arroja con frecuencia como armas arrojadizas sobre las cabezas de los fieles y de sus propias hijas. Su hija mayor será categórica: “Vino muy valiente, pensando que salvaría a los niños, ¿y qué hizo él, sino perder a los suyos?”. Desde luego, un impresentable.
Insisto, una gran novela, y como en todo gran libro, a pesar de sus 675 páginas, uno quisiera que se alargara más y más y estar más tiempo con esos personajes tan estupendamente dibujados, que como en una gran sinfonía destacan con sus cinco voces llenas de armonía y profundidad.
https://youtu.be/rWSqo9gFF5o?si=F3PuzQWLW3jcVeQt António Zambujo, Mon Laferte - Madera De Deriva

sábado, 21 de junio de 2025

LLORAR O SONREÍR




Hay frases de las que no podemos pasar de largo, las diga el mayor de los filósofos y escritores o un futbolista que pasaba por allí un tanto despistado, o no tanto, porque la clavó. Es lo le pasó a Modric, jugador del Real Madrid, al despedirse: “No llores porque se terminó, sonríe porque sucedió”.
No me digas que no vale todo un imperio, más, porque los imperios pasan y esta frase queda. Y la necesitamos como agua de mayo en nuestras sequedades, quejas y lamentos en demasía y pareciera que estamos abonados al llanto y crujir de dientes, siempre lo digo te abres un poquito para lanzar alguna de tus dolencias y aparecen como por ensalmo cientos y cientos de intervenciones quirúrgicas, miles y miles de contratiempos y desgracias, y ya no puedes pararlas porque corren por una deriva sin freno.
No llores porque se terminó, sin darte cuenta de que todo tiene su principio y su final. No te des contra el muro. Todo pasa y todo queda, pasa la vida, tu vida, la mía y la de todos, pero queda la miga, la esencia de las cosas dejando huella y la materia querida para el recuerdo. No llores porque la memoria se encarga de recrearlo todo y regalarnos todo aquello como si lo estuviéramos viviendo de nuevo, y más si aquello mereció la pena y no se pudrió en el olvido.
“No llores cuando el sol se ha ido,
porque las lágrimas
no te dejarán ver las estrellas”, cantaba Violeta Parra. Y si el sol se fue nos quedan la noche y las estrellas que son tan bellas.
Y no sigas llorando porque lloraste mucho y lo pasaste muy mal cuando aquello sucedía. Ahorra lágrimas por si vienen más ocasiones torcidas, pero celebra en el intermedio y no te olvides de ello cada instante.
Sonríe, más bien porque sucedió, aunque terminara, y deja de lamentarlo, quédate con todo lo bueno y hermoso que fue sucediento y tú ya lo disfrutaste. Quédate con aquellos momentos inolvidables, felices, de plena satisfacción que le dieron hondo sentido al vivir.
Sonríe y agradece a quien corresponda que aquello tan hermoso acaiciera. Y es seguro que corresponde a mucha gente que algo o mucho tuvo que ver, porque nadie es una isla solitaria y a él no solo se le deben únicamente los méritos de lo dichosamente sucedido.
Aunque si hay que llorar, se llora, aunque seas el macho alfa de la manada, los valientes también lloran, y los ricos, y los más afortunados..., las lágrimas a tiempo generan bienestar, ternura, sensibilidad a flor de piel y deben ser bienvenidas.
Pero por encima de todo, reír, sonreír, para estar bien con uno mismo, con los otros y con la vida que nos ha dado tanto, tantas veces, y ha permitido que nos hayamos hecho a imagen de los dioses que no es moco de pavo ni futilidades de tres al cuarto. Sonreír porque sucedió todo aquello que te hizo tanto bien, y tantos momentos que se han quedado bien guardados en lo mejor y más querido de la memoria.
https://youtu.be/q6c7ev6GfsA?si=-vtuJHhMnABCSV76 Vanesa Martín - Un canto a la vida (Video Oficial

miércoles, 18 de junio de 2025

ARA MALIKIAM, BUEN TIPO



Siempre me ha parecido buen tipo este famoso músico y gran violinista a quien admiro desde hace tiempo y, tras la entrevista de Luz Sánchez Mellado, me cae mucho mejor por cómo se explica y razona. Libanés, de origen armenio, con nacionalidad española y residente en España, acaba de presentar un nuevo disco “Intruso” con el que inicia una gira mundial.
Gran tipo que se siente “desubicado en este mundo sin alma” y no entiende, ¿cómo va a entender “este mundo de injusticia, genocidios y guerras? A lo que añado en estos sombríos momentos de corrupción en políticos y empresarios que nos viene de lejos en este nuestro país de tan mala suerte, tanta indecencia y mucha cochambre..., no saquen pecho cínicamente, algunos, que no vale.
Cuenta el músico libanés asombrado que él tuvo que estudiar 20 años para llegar a donde ha llegado y cómo algunos famosos se hacen de un día para otro. Ha tocado en la calle, en orquestas, en el último atril del foso y que podía pasar límites, pero sabía que tenía que estar en casa a las diez para estudiar ocho horas, Y le preocupa lo que estamos enseñando a los niños con el dominio de las pantallas, la inteligencia artificial y el porno.
La paternidad le ha cambiado porque siempre había pensado que las casas no existían hasta que está viviendo con su nueva familia, su mujer, la cineasta Nata Moreno y su hijo de diez años.
Siempre se ha querido comer el mundo y si no sube a escena en dos semanas lo echa de menos, aunque ya no tiene ambición de conquista, sino simplemente de tocar, su pasión más fuerte.
Un gran tipo, ya digo: convierte en baile y fiesta sus actuaciones, pero cuando la melodía lo precisa se concentra como nadie y pareciera estar contemplando los cielos de la felicidad más íntima.
Ara Malikian nació en 1968 en el seno de una familia armenia. Se inició en el violín a muy corta edad. Su talento fue reconocido tempranamente a pesar de las difíciles circunstancias que la guerra civil libanesa lo obligó a vivir, forzándolo incluso a estudiar durante largos periodos en los refugios antiaéreos. Dio su primer concierto importante con 12 años.
Ha ganado numerosos concursos de prestigio mundial, entre los que cabe destacar los primeros premios obtenidos en los concursos internacionales y ha tocado en las mejores salas de concierto del mundo en más de cuarenta países en los cinco continentes. Escucharle es una delicia para el alma y los sentidos.
https://youtu.be/TxkHEe_eZwU?si=7pkhmYDRWICiEVTR Ara Malikian. Nana arrugada. Petit Garage (2021).
https://youtu.be/dNyl7xjOMNs?si=Dr30lnJ9pcP9bsIV Ara Malikian "Intruso". Una película de Eugenio Recuenco.