"NINGUNA relación es todo sol, pero dos personas pueden compartir un paraguas y sobrevivir juntos a las tormentas".
Y como me da que estamos, tú y yo, de acuerdo en ello, me lo pones muy fácil, está chupado diría mi sobrino más pequeño, para poder ir directamente al grano.
Desde que la tierra da vueltas alrededor del sol, ninguna relación es todo sol, todo luz de mediodía, “claroluciente”, diría el poeta Claudio Rodríguez, con el que estoy tan a gusto estos días, releyendo, porque con frecuencia se interponen nubes de todo tipo, tamaño y condición, y ya no se ve la luz nítida y cálida que nos calienta el alma y todos los huesos fríos de la helada.
Ninguna relación es todo sol, ay, porque aun en las mejores familias lucen las sombras con más fuerza, como son las sombras tremendas, que chirrían, en la familia del duque de Bomarzo que releo con enorme placer en la pluma magistral del escritor argentino Manuel Mugica Láínez.
¿Qué pareja de este mundo que lleve 10, 30, 50 y más años, puede sacar pecho para decir que todo fue luz, y más luz sin sombra alguna que llevarse a la cama, y que todo es paz y buena armonía? Ya puedes poner un triple etcétera...
Aun siendo ello así, más o menos, un pelín arriba, un pelín abajo, cuando llueve podemos compartir el paraguas, como esa pareja de ancianos, entrañable, a la que acudo en ocasiones, que se los ve separados al máximo en el banco del parque, y él le pone cuidadosamente el paraguas a ella con un pie de foto que dice: el que estemos enfadados no obsta para que esa persona que aprecio sufra lo menos posible. ¡Qué maravilla al igual que los pájaros!
Podemos sobrevivir juntos a las tormentas como en los días peores de la riada de Valencia y miles y miles echaron una mano, desde la lejanía, y en la cercanía quitando barro y agua a espuertas, con la idea suprema de estar con ellos, sobreviviendo, sobrellevando, aguantando las consecuencias del chaparrón feroz de la tormenta que se lo llevó todo por delante.
Podemos, frente a todo, compartir un paraguas que nos libre de empaparnos, de coger un resfriado, de no encontrarle sentido a la soledad, pudiendo huir de las relaciones tóxicas, afrontar unidos la que nos viene cada día encima, y salir a la calle un poco más airosos, más amigos, mucho mejor avenidos.
Con solo un paraguas, porque hay que ver lo que puede hacer un solo paraguas en buenas y sabias manos y la buena voluntad siempre en pie.
https://youtu.be/saPfcbm9DFY?si=Js8Spjs_3QwKuWfH Mägo de Oz- La Danza del Fuego [Jose, Zeta]
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