miércoles, 12 de junio de 2024

LARGO SILENCIO EL DE LAS MUJERES

 


Curiosamente las que tienen fama de ser muy habladoras han recibido a lo largo de los tiempos una larguísima letanía de diatribas obligándolas a callar, o ninguneándolas sin más, o silenciándolas, o consiguiendo que no aparezcan en público con su voz, sus habilidades y la maestría de saber llegar a lo más alto en la artes, en la ciencias y en el buen gobierno de la casa y la cosa pública.
Tomo de Nuria Barrios en su artículo El silencio de las mujeres algunas citas que amplío con otras que tenía bien guardadas en mis alforjas-carpetas de siempre.
A las mujeres se les ha cortado la lengua de forma literal y metafórica a lo largo de la historia. A Filomela, hija de un rey de Atenas, le cortó la lengua su cuñado tras violarla para que no pudiera denunciarle.
Cuenta el mito que el dios Apolo, furioso porque Casandra no quiso entregarse a él, le dio el don de la clarividencia con el tormento de que sus advertencias serían ignoradas. No pudo violarla, pero ejerció sobre ella una forma perversa de violencia: despojarle de credibilidad. Ridiculizó su voz hasta reducirla a un blablablá.
Telémaco manda callar a Penélope, su madre, y la envía a casa a ocuparse de sus labores, “del telar y la rueca”.
A Safo se la silenció de tal manera que han llegado solo unos pocos versos de los muchos que escribiera porque era un ser raro, distinta a la hora de amar y difícil de encuadrar en el pensar de los hombres y su poder omnímodo patriarcal.
San Pablo a Timoteo, inspirado, parece ser, por los dioses, llegó a decir: “No permito que (las mujeres) enseñen ni que pretendan imponer su autoridad sobre el marido: al contrario, que permanezcan calladas”. Ayayay.
La RAE no reconoció la autoridad de María Moliner cuando rechazó su candidatura en 1972. Moliner era la autora del Diccionario de uso del español, “el más completo, más útil, más acucioso y divertido de la lengua castellana (…), más de dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua, y, a mi juicio, más de dos veces mejor descrito”, escribió Gabriel García Márquez.
Sobrevivir hoy, dice Nuria Barrios, requiere potenciar nuestra voz, afinarla, proyectarla. Confiar en nuestra autoridad. Apoyarnos. En un homenaje a Moliner, Soledad Puértolas declaró que ésta “concibió la lengua como un sistema de solidaridad interna”. Es una hermosa imagen que podría transferirse a la solidaridad entre las mujeres, imprescindible para cuestionar qué significa la “voz de autoridad” y resignificarla.
Pero una vez más celebraré que Sheila Blanco haya hecho un hermoso disco rescatando a muchas poetas del 27, olvidadas.
Y te diré con Eduardo Galeano: “El machismo es el miedo de los hombres a las mujeres sin miedo”
Y con Virginia Woolf “No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”.
Está claro, ¿no?, dejar hablar a las mujeres nos hará más libres, nos hará mejores.
https://youtu.be/FCGSFlY8IQ4?si=xWDS07ikf niLns2l Pasión Vega - Maria Se Bebe Las Calles (Directo Maestranza) Y habrá que escuchar a las mejores.

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