jueves, 7 de octubre de 2021

SÍSIFO EN LA PALMA

 


Hace días, seguro que lo recordáis, mencionaba aquí al personaje mítico de Sísifo desde la idea de la resistencia humana y colocábamos a Sísifo como paradigma del resistir hasta límites insospechados, subiendo la piedra enorme hasta la cima que, en cuanto llegaba allí, volvía a caer para volver de nuevo a subirla, y así, eternamente. He pensado en ello a leer el testimonio de uno de los concejales, Fran Leal, de La Palma, la isla bonita, zarandeada por el airado volcán, quien trata de arreglar de día lo que el volcán destroza por la noche. Una lucha que pareciera inútil porque la lava sigue y sigue descendiendo de las cumbres devorando cuanto encuentra a su paso: colegios, casas, fincas, carreteras, farolas, tuberías..., que va anotando con un equipo al lado, tanto lo destruido como lo que está punto de destruirse, y así cada mañana, y aun sabiendo que el desastre puede durar de tres semanas, en el mejor de los casos, a tres meses, lo que es posible, y siempre esperando que el volcán un día se duerma y todo vuelva a una nueva normalidad, bien diferente a lo vivido antes de la tragedia. Que es lo que están haciendo día y noche todos los que por suerte ven de pie sus casas y haciendas barriendo las cenizas sobre los tejados para que estos no se hundan con el peso.
Me han llamado la atención las manifestaciones del científico Manuel Nogales sobre la fauna de la isla y ha dicho que el escenario es de una guerra nuclear y que se está encontrando una alteración de la conducta de los animales. “Están muy asustados con este fenómeno, toda la fauna ha cambiado su comportamiento”. Que desaparecen algunas especies y ya se sabe que cuando esto sucede todo el ecosistema se altera y que lo peor de muchos animales herbívoros es que están comiendo alimentos con cenizas que destrozarán sus estómagos. Un desastre.
Habrá que seguir día a día, aunque esto puede ir para largo, y los medios de comunicación abusan hasta el hartazgo de nuestra paciencia, como si de un partido de fútbol se tratara o un caso al uso con toda su mordiente y su consabido morbo. Y como llegará el día en el que, como con Haití, el tsunami de Tailandia, la gota fría de la costa levantina y un larguísimo etcétera, nos olvidaremos de La Palma, habrá que, al menos, estar presente en la actualidad, como esta vez el Gobierno Central, de la forma más eficaz posible, y la sociedad civil, prestando su granito de arena, que así se forman las grandes montañas y las grandes respuestas y se alivian las tragedias y se solucionan los problemas. Porque esta tragedia es de las grandes tragedias. Los poetas dan en el clavo mejor que nadie, por eso acudo a uno de ellos para sopesar y entender la dimensión de lo ocurrido: “Cada uno es su casa. La que fue construyéndose”, Joan Margarit. Y si la casa se desmorona, ay, algo, y no leve, se desmorona en sus dueños.
Ahí te dejo tres preciosas canciones con voces privilegiadas. Llevo embriagado con estas y otras de la gran Liuba Mª Hevia toda la semana:
https://youtu.be/VQOCaSuWCs4 Liuba María Hevia, Luna Manzanares – Ilumíname.
https://youtu.be/As5TTUM0ogs Liuba María Hevia, Maridalia Hernandez - Pasaba Un Angel.
https://youtu.be/LuNA-IrtnXM El abuelo - Liuba María Hevia

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