LOS MÚSICOS DEL FUTURO

Ésta es una foto para soñar.

Me encantaría adivinar su futuro y no fallar, apostando porque la mayoría (seguro que alguno lo consigue) forme de verdad una orquesta. Tienen tablas, humor no les falta y del mejor porque se están riendo de sí mismo por dentro, miedo escénico en absoluto, manos acopladas al instrumento, en el fondo se lo están tomando en serio, alguno deja aflorar una media sonrisa esperando la aprobación del público, hay quien puede pensar si no están haciendo el ridículo, y quien lo lleva con cierto orgullo como retándonos, ¿por qué no?, sí, ¿por qué no?

El futuro les está mordiendo los talones. Sólo necesitan que no les fallemos, que tengan las mismas oportunidades que los que lo tienen atado, bien atado y en bandeja, que estemos ahí para alentar, respaldar, echar todas las manos necesarias, valorar cada pequeño avance y todos los esfuerzos que vayan haciendo, exigir de la administración todo el apoyo necesario, y los mecenas, si queda alguno, que se sigan mojando...

No podemos fallarles, el primer paso y el entusiasmo de comenzar a andar ya lo han dado, y no era nada fácil.

Sólo nos queda felicitarlos y desearles, de todo corazón: ¡Buen viaje!, como en el final del cuento de Rodari, El joven cangrejo, sin comenzar a marear de forma agorera y grosera la perdiz con preguntas vanas, tales como: ¿Llegarán muy lejos? ¿Tendrán suerte? ¿Lograrán enderezar todas las cosas torcidas de este mundo? ¿Dónde van con esas pintas? ¿No ves que no estamos para sueños? ¿Por qué no dejas de creer en cosas imposibles?
Yo insisto: ¡Buen viaje, chavales!