miércoles, 26 de junio de 2013

PARA CUANDO SALGAMOS DE LA CRISIS





Algún día saldremos de la crisis, si bien con heridas hasta las cejas, más unos que otros, o más bien, muchos muy heridos y algunos, sanos, salvos y con mejor lustre y más dinero en sus cuentas bancarias, pero saldremos, y tendremos que mirarnos hacia adentro y ver si hemos aprendido algo en el camino, si al final sirvió de algo lo sufrido, lo amañado y lo juzgado. Pero nos va a costar aprender la lección y salir de esta cloaca de mierda, chorizos, pícaros y golfos y de un país con un tufo que apesta. Saldremos de ésta, pero no porque lo digan el Gobierno y el Banco de España, que repiten como un mantra que lo peor ya ha pasado y no se lo creen ni los suyos.

Porque...

¿Seguiremos pensando que lo que importa en esta vida es tener más y más y más... y mucho más, a costa de quien sea y como sea?
¿Continuaremos creyendo más en la suerte y en las quinielas que en el trabajo de nuestro pan de cada amanecer y la pasión en lo que nos toca hacer?
¿Ansiaremos la jubilación, como hasta ahora algunos, aun antes de haber comenzado a rendir?
¿Volveremos a mirar a los negros, a las mujeres, a los gitanos, a los del este y a los del norte de África... por encima de los hombros, con desprecio, animadversión y odio salvaje y despreciable por ser odio al otro que tiene las misma dignidad o mucho más que tú, que yo, que todos nosotros juntos?
¿Seguiremos aplaudiendo, y votando por lo tanto, a políticos corruptos, cínicos, mentirosos, penosamente preparados, sin cualificación alguna y botarates de tres al cuarto?
¿Nos lavaremos una vez más las manos, a lo Pilatos, cuando asoma a nuestra puerta la desigualdad y el desorden y dejaremos las cosas importantes de la vida como es el gobierno del país y la gestión de las cosas públicas en manos de mediocres y deshonestos?
¿Seguiremos confundiendo la velocidad con el tocino, la religión con la ciencia, las clases de religión con la educación para la ciudadanía, la escuela y la sanidad públicas con los intereses de la privada?
¿Continuaremos cantándole milongas a la luna, a los niños y a los jubilados, mintiendo como bellacos y apuntando con el dedo a los otros cuando estamos hablando de ti, de mí, de nosotros?
¿Seguiremos sin poner orden, control... y correcciones las que hagan falta?, y por lo visto y comprobado hacen falta muchas.
Saldremos, pero ¿cómo saldremos?...
¡Con la falta que nos hacía una educación para la ciudadanía, desde el Presidente del Gobierno hasta el último de la fila, para salir sanos y salvos de ésta!

“Un buen día del año 2014, ha escrito recientemente Juan Jose Millás, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos...  
 Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa”.

Eso mismo: ¿cómo saldremos de ella?

1 comentario:

El pastor de... dijo...

Verás, Ángel, porque son demasiadas preguntas, tantas que darían para una buena y larga tertulia, yo te daré mi respuesta corta y contundente: ¿saldremos? ¡sí! pero por la puerta de los pavos.
Un abrazo.