AL GRANO
Me temo que ni lo uno ni lo otro, aunque arrojaría
uno de los grandes beneficios al mundo de la educación y la cultura y magnífico
logro de este Gobierno.
No dimitirá
porque su sonrisa arrogante y displicente, por encima de las estrellas, se lo
impide y es fiel reflejo de su alta petulancia. El se cree culto, y a lo mejor
lo es; cultivado, de eso nada; intelectual, no da la talla; sabio, qué más
quisiera; y erudito más allá de la violeta, eso sí.
Ni lo cesarán,
porque su jefe de filas, Mariano Rajoy, es incapaz de tomar esa decisión, ojalá
me equivoque. Podría cesarlo o no
precisamente eso, pero sería mejor que dimitiera o no, quién lo sabe, pero Vds.
pueden pensar lo que mejor les parezca, y a lo mejor aciertan, depende, bla,
bla, bla.
Ah, quede claro
que nunca los pirómanos se atreverían tanto como este personaje de tebeo
dirigiendo el Ministerio de Educación y Barbarie, como lo llama el escritor
Manuel Rivas, con razón. Es fácil recordarlas, todos tenemos sus declaraciones en
la memoria, hasta la últimas, por ahora, una: tras la pitada en Valladolid.
¡Qué le importan las pitadas si, con su soberbia, vuela más allá de la
estratosfera! “Las pitadas, dijo, no me importan lo más mínimo”. Y dos: Wert
desprecia al Congreso y se burla de que la oposición pida su relevo como
ministro, titular de la prensa.
Hay risas que
desnudan y destrozan a su dueño, esta es una de ellas. ¿Cuándo dimites?
1 comentario:
Wert...para creer. Quién iba a creer que este, poco aconsejable, tertuliano acabaría de minitro. Así lo decidió el señor presidente del gobierno, por lo que nada podemos objetar. Ajo... y agua..., porque nada de dimisión y menos de cese. ¡No faltaría más!
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