sábado, 23 de junio de 2012

LAS LINDEZAS DE LOS GENIOS Y DE LOS PODEROSOS


 Sucede con los que están rodeados de mucho poder y mucho dinero, no ven lo que pasa a su alrededor, ocurre con políticos,  jueces a lo Dívar,  empresarios y financieros y algunos otros de similar índole y condición.

 

Y con los genios, igualmente, el más elocuente, el insigne y genial Picasso, quien  según su biógrafo, John Richardson, “necesitaba desesperadamente admiradores que alimentaran su ego voraz”.

 

Cuenta este escritor que un buen día fue a visitar al otro gran pintor cubista, Georges Braque, y le preguntó por su antiguo amigo, colega y rival en la invención del cubismo: “Picasso solía ser un gran pintor, contestó Braque. Ahora es meramente un  genio”. Resulta patético, ¿verdad?

 

Sucede que el que está demasiado arriba, aupado por el poder, el dinero, la genialidad o la pedantería, ya no ve a los que tiene por debajo de sus pies, él perdió pie, conciencia de la realidad y está subido más allá de la estratosfera. Solo él y nada más que él. Yo, mi, me, conmigo. Triste.

 

Sucede con los poderosos y con los mediocres cuando se disfrazan de poderosos.

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mediocres en cualquier sitio: en los escaños, en las reuniones de vecinos, en los grandes eventos familiares, en las cuadrillas de amigos,... allá donde haya un espacio de protagonismo, saldrá el mediocre vestido de poderoso y lo peor es que alguien habrá también que le ría las gracias y pase la mano por el lomo. Curiosamente mucho "poderoso" de pacotilla, de baja intensidad que ni sabe ni puede ejercer poder. Esto es lo que tenemos, desde cualquier palacio, ministerio, ayuntamiento, hasta el rellano de la escalera. Lo peor: quienes los alimentan.

El afilador

El pastor de... dijo...

...mediocre, adocenado, obscuro; insigne, ilustre, preclaro, ínclito, pero... Señor ¿cómo los conoceré? "Por sus obras los conoceréis"

Que seáis felices