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Sucede con los
que están rodeados de mucho poder y mucho dinero, no ven lo que pasa a su
alrededor, ocurre con políticos, jueces
a lo Dívar, empresarios y financieros y
algunos otros de similar índole y condición.
Y con los
genios, igualmente, el más elocuente, el insigne y genial Picasso, quien según su biógrafo, John Richardson,
“necesitaba desesperadamente admiradores que alimentaran su ego voraz”.
Cuenta este
escritor que un buen día fue a visitar al otro gran pintor cubista, Georges
Braque, y le preguntó por su antiguo amigo, colega y rival en la invención del
cubismo: “Picasso solía ser un gran pintor, contestó Braque. Ahora es meramente
un genio”. Resulta patético, ¿verdad?
Sucede que el
que está demasiado arriba, aupado por el poder, el dinero, la genialidad o la
pedantería, ya no ve a los que tiene por debajo de sus pies, él perdió pie,
conciencia de la realidad y está subido más allá de la estratosfera. Solo él y
nada más que él. Yo, mi, me, conmigo. Triste.
Sucede con los
poderosos y con los mediocres cuando se disfrazan de poderosos.
2 comentarios:
Mediocres en cualquier sitio: en los escaños, en las reuniones de vecinos, en los grandes eventos familiares, en las cuadrillas de amigos,... allá donde haya un espacio de protagonismo, saldrá el mediocre vestido de poderoso y lo peor es que alguien habrá también que le ría las gracias y pase la mano por el lomo. Curiosamente mucho "poderoso" de pacotilla, de baja intensidad que ni sabe ni puede ejercer poder. Esto es lo que tenemos, desde cualquier palacio, ministerio, ayuntamiento, hasta el rellano de la escalera. Lo peor: quienes los alimentan.
El afilador
...mediocre, adocenado, obscuro; insigne, ilustre, preclaro, ínclito, pero... Señor ¿cómo los conoceré? "Por sus obras los conoceréis"
Que seáis felices
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