domingo, 28 de agosto de 2011

EL DEDO EN EL OJO




De un tiempo a esta parte casi todo el mundo se ha visto con el derecho de meter el dedo en el ojo de todo hijo de vecino, comenzando por los políticos, todos, que según algunos no hay quien se salve, todos, porque todos son iguales, insisten, siguiendo por los jueces, los taxistas, los médicos… y la vecina de enfrente. Aquí no se salva ni Dios, que lo asesinaron.

Ayer, una buena amiga me advirtió de un artículo de Arturo Pérez Reverte, que ya no suelo leer, porque percibo que está por encima del bien y del mal y me carga y me molesta, y me decía que no sabía de qué iba este escritor, y le contesté que yo tampoco y que ya no le leía, por lo que acabo de decir, pero la curiosidad me picó aunque hubiera preferido no leerle. De imbécil y malvado para arriba, lo más suave, y otras lindezas dedicadas al Presidente del Gobierno el Sr. Zapatero y de paso a algunas ministras “cantamañanas y frívolas tontas del culo” y a las gentes de derechas, para qué andarse por las ramas, un artículo para mi disgusto apto para una antología del disparate y del insulto y del para puro y chulo yo, porque todo lo demás: una porquería, una mierda y un atajo de imbéciles y gilipollas. Eso es.

Por eso uno tiene que acudir a otras fuentes a beber y a otros estilos, y sucedió que cuando estaba en esto me cayó un artículo, como anillo al dedo, como siempre, no falla, de mi admirado Muñoz Molina: qué estilazo, qué diferencia, qué altura, qué envidia sana: “Nos desalienta que cosas que se deberían hacer para mejorar el mundo sean difíciles o sean directamente imposibles, pero debería irritarnos y empujarnos a una concienzuda militancia práctica saber que hay también muchas cosas que sí podrían hacerse, y si no se hacen es solo por desgana, por desidia, por esa actitud tan extendida en España de esperar que sean otros, en general los políticos, quienes resuelvan los problemas…”

Está meridianamente claro: cuando Mouriño mete el dedo en el ojo de alguien se lo está metiendo él así mismo y cuando de todo lo que nos pasa le echamos la culpa al “imbécil, malvado y gilipollas” de Zapatero o del barbero de la esquina toda la mierda que expulsamos nos cae encima, porque hay miles de cosas al día que no hacemos y está en nuestras manos hacerlas, pero si sacamos pecho y nos las damos del más puro que nadie, mejor y más listo que el resto de la banda y del planeta estamos apañados. Esto no hay quien lo arregle, porque aquí y allá o nos salvamos todos o no se salva ni Dios, ya dije que lo asesinaron.

Cada mañana, al levantarnos, hay una lista enorme de cosas prácticas, pequeñas, grandes, sencillas, difíciles, que nos esperan; la primera debería ser la de dar los buenos días a todo hijo de vecino, conocido, que nos encontremos; y la segunda, por supuesto, no salir con el hacha de guerra, insultando, dando mandobles a quien se mueva en otra dirección a la nuestra, o con otros gustos, opiniones, errores, aciertos… muy diferentes a los nuestros, y si hay que ir de perdonavidas, que lo dudo, empezar por la nuestra; la tercera, no descansar hasta hacer todo aquello que podemos poner en marcha sin mirar a los demás y ponerlos a caldo, porque “hay muchas cosas que sí podrían hacerse”, lo que no quiere decir que no haya que hacer una buena y dura crítica siempre que sea necesario .

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué diferencia entre uno y otro! eh?
Y qué diferencia entre los mensajes y las intenciones de cada uno.
Me quedo con Antonio, ya definitivamente.
Bussa. Y nuestro amigo el pastor...¿por qué ya no nos cuenta nada? Please!

El pastor de... dijo...

Vuestro amigo, el pastor, se prometió no volver a mentar ciertos nombres pero, al final, he picado,y eso me cabrea.

He recibido correos...revista y hasta visitas invitándome a que leyera otra de las gracias de este ser "sobrenatural". ¿Para qué? pues para redescubrir que lo suyo es el insulto. Pero no es porque sea un alelado, es más listo que un conejo, con esto lo que consigue es que tú y yo, nosotros, hablemos de él, y lo consigue. Eso es lo penoso.

No quiero seguir, no me da la gana.
No tengo tiempo para perderlo en chorradas. Y perdón.

Muñoz Molina...¡Don Antonio Muñoz Molina!

Un abrazo.

Gloria Rivas Muriel dijo...

Pues hay muchas personas que están de acuerdo con TODO lo que dice el señor de Alatriste, y se regodean tanto leyéndolo como enviándomelo reiteradamante, sabiendo que me ofende mucho el contenido. Es lo que se dice "pasándotelo por las narices".
Ay qué pena!
Para escribir así no hacía falta el esfuerzo de hacerte académico.
Bussa, Gloria Rivas.