sábado, 29 de enero de 2011

LUZ CASAL



El dolor te hunde o te fortalece. Hay quienes sucumben ante el sufrimiento, se derrumban y quedan tocados para siempre y por el contrario los hay que tras una dura enfermedad o una larga temporada en la cárcel salen tan fortalecidos que son ejemplo formidable de entereza y de una capacidad superadora de los límites más insospechados. Nelson Mandela estuvo en prisión 27 años y salió para triunfar con una dosis de sabiduría y liderazgo mundial con la que pasará a la historia como uno de los hombres más carismáticos, honrados y ejemplares. Mientras que el pobre japonés Iwao Hakamada, hundido en su miseria, trastornado mentalmente ¿quién no? lleva esperando 42 años al verdugo para ser ejecutado en la horca y hasta el juez que lo sentenció reconoce su inocencia, porque le acusaron de matar al dueño de una fábrica, a su esposa y sus dos hijos.

Viene a cuento todo ello tras leer una larga entrevista que le hace Juan Cruz en EL PAÍS a Luz Casal y quedar sorprendido del fuerte temple, la enorme sensibilidad y la eterna sonrisa que rodean su personalidad, aunque ya nos sorprendiera igualmente tras salir curada de su primera experiencia después de haber ganado la primera batalla al cáncer. Ahora es su segunda vez y sale de nuevo a conquistar el mundo desde los escenarios, que es lo suyo, sin rebajar para nada su forma de ser, su autoexigencia y su deseo de mejorar las cosas, pero con mucho mayor sosiego y los pies en el suelo.

Una mujer que se propone metas diarias, que busca esperanzas para seguir viviendo, que nos aconseja aprovechar la vida concentrándonos en lo que llevamos dentro, aprovechar el tiempo para ver a la gente que quieres o admiras, leer todo lo que puedas, cultivar a los demás cultivándote a ti mismo… y nos da la lista de algunos de los muchos libros que ha leído últimamente de Blasco Ibáñez, Saramago, Manuel Rivas, Antonio Muñoz Molina, Vassili Grossman… o los descubrimientos y redescubrimientos de grandes músicos como Sibelius, Elgar, Mendelson, Bach, Debussy…, acostumbrada a dedicar la mayor parte de su tiempo a escuchar y cantar su música: pop-rock.

Eterna buscadora de nuevas vetas, “pozos más profundos para encontrar aquello que desconoces, aquello que te va a producir placer” y poder encontrar las fuentes y los orígenes de estilos y tendencias dentro de su mundo musical, tratando de buscarlo todo, ir a por todas, a ejemplo de Picasso, nos dice, que le servía todo, y comunicarte con la gente y poner el sentimiento y experiencia a lo que haces y si te miras al espejo y te ves sin pelo y duele, te vales de trucos dándole más fuerza al color de los labios o utilizando toda clase de sombreros y pañuelos que no le quedan nada mal a quien como ella sabe llevarlos con gracia y dignidad y aguantar cuando el dolor llega y estar al día de lo que pasa en esta sociedad “dura, turbia, sucia y complicada” y sonríe, porque siempre sonríe, como dice Juan Cruz, de cara a la batalla.

Luz Casal, buen ejemplo de temple y entereza en su segunda batalla contra la enfermedad, de mujer sabia que sigue buscando y ampliando sus saberes, de artista de una pieza… frente a tanto espectáculo hortera, programas de televisión donde se premia la holgazanería, el hazmerreír a lo imbécil y lo hortera, tanto ignorante que se atreve a sacar pecho vociferando su analfabetismo y para quienes se nos derrumba el mundo entero en cuanto se nos cae una pestaña o percibimos un ligero dolor en cualquier parte del cuerpo.

No te pierdas en Internet una entrevista de ella con Buenafuente y mejor aún escuchar alguna de sus canciones, por ejemplo, Negra sombra (con Carlos Núñez) y Pienso en ti. Sublimes.

4 comentarios:

El pastor... dijo...

Tentado estuve de no participar en este blog (parece que a todos nos da miedo tocar el tema). Pero con la autoridad que me da el ser uno de tantos "luchadores" contra el tío, también, de la guadaña, allá voy cuesta abajo y sin galga.

Lo primero que quiero deciros es que dudo de tanta fortaleza en unos y tanta debilidad en otros, veréis: cuando te viene tu hija y te dice,"papá, han analizado el tumor" y en su cara ves reflejado el dolor, no encuentras otra palabra que, ¿y es malo verdad hija? "¡sí!" Justo en ese momento se produce algo que al cabo de 9 años no puedo decir lo que es.

Lo que sí puedo deciros es que contra mí gravísimo problema luchó mi oncólogo que, en todo momento, supo lo que debía de hacer y creo que lo hizo bien. Yo no pude hacer más que preguntarme a mí mismo: si tú mal tiene remedio ¿por qué te preocupas? y si no lo tiene ¿por qué te preocupas?

Quiero decir y digo, que de heroicidades nada de nada, yo creo que en ese momento, en el que te dicen, sin palabras, que te vas a morir, el mundo se te viene encima y no eres consciente de tu situación. Otros, los más afectados, reaccionan como creo que se debe reaccionar si eres consciente de lo que te acaban de descubrir.

Quise animar, con la experiencia que me daba el ser veterano, a un gran escritor y toda la respuesta fue decirme que me admiraba por mi forma de atacar el problema, pero que el escritor que yo reclamaba se quedó en un quirófano.

Termino. Un cirujano y un oncólogo lucharon contra mi cáncer y ganaron 9 años de vida, suplementarios para mí, por lo que yo les estaré eternamente agradecido, pero en todo esto yo no hice otra cosa que esperar el resultado de la batalla. Sólo, yo creo, que mí alto grado de inconsciencia (bendita inconsciencia) me hace seguir haciendo lo mismo, o más, de lo que hacía hace 10 años, o sea muy poco para lo que desearía hacer.

Ni soy, ni creo en los héroes luchadores contra el maldito cáncer.

Hoy más que nunca, un abrazo.

Anónimo dijo...

Acabo de leer tu testimonio y me has dejado un nudo en el estómago, Pastor.
Seguiré pensando en ello. Bussa bussa,(en árabe: "muchos besos, mucho afecto".)

Xoán González dijo...

Muchas gracias por hablar del tema tan abiertamente en un medio tan abierto... Ejemplos como los de Luz y El Pastor ayudan ya no sólo cada 4 de febrero sino en cada uno de los cotidianos casos concretos... Y, Pastor, además del oncólogo y del cirujano, seguro que tú también pusiste algo muy importante de tu parte...

ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ dijo...

Gracias, querido Pastor por tu testimonio, y siento igual que Gloria y Xoan, una gran afecto y reconocimiento. No sé si hablar de heroicidad sea exagerado, pero tengo claro que en muchos se da algo similar, entre los que te veo a ti mismo, que para muchos y principalmente para mí que antes de que se me caiga una pestaña ha me estoy quejando, sois un maravilloso ejemplo de entereza y saber enfrentarse al sufrimiento, actitudes, insisto que a mí me faltan
Mucho afecto al igual quer Gloria y con Xoan decirte también que tú has puesto mucho en el empeño de salir adelante.
Abrazos