jueves, 30 de septiembre de 2010

CARPE DIEM… y algo más



No deja de ser peligroso mirar sólo en una dirección y a un punto, aunque a veces resulte necesario, como detenerse en exceso en contemplar un árbol y olvidarse de mirar detenidamente la panorámica amplia del bosque.

Yo, también, como hijo de este tiempo, he repetido hasta la saciedad el derecho que tenemos a la felicidad y el deber de buscarla y utilizado como muletilla la locución latina carpe diem con entusiasmo, pasión y deseo vehemente de comunicarlo a los cuatro vientos.

Qué duda cabe de que la expresión tiene un contenido hermoso y motivador: "aprovecha el día, aprovecha el momento, no lo malgastes”. “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". "Vive cada momento de tu vida como si fuese el último de tu existencia". “Disfruta de los placeres de la vida dejando a un lado el futuro, que es incierto”. "Vive el momento porque la vida es breve".

Pero si sólo nos quedamos con ese pensamiento de forma arrebatadora, ¿no estaremos perdiendo de nuestro momento actual, también, la panorámica fecunda y bella de otros puntos de vista que deben ser aprovechados: vividos,recordar es volver a vivir y hacer que no muera del todo el pasado mientras permanezca fresco en nuestra memoria; anticipados, porque en la medida en que soñamos el futuro, lo preparamos y lo diseñamos, estamos dando alas al presente tantas veces alicorto y con no demasiadas salidas; y disfrutar del presente con los otros y no digamos en momentos de crisis y en un mundo tan terriblemente injusto y desigual.

Y vivir es recordar y agradecer todo cuanto nos ha dado la vida y a quienes han hecho posible que seamos como somos y apoyado nuestra aventura personal, como dar alas capaces de levantar el vuelo a otros posibles cielos, mundos, territorios incógnitos, sueños nuevos que nos hagan levantar la vista sobre las bardas de nuestra vecindario provinciano. Y algo más que disfrutar y sólo gozar a raudales de la vida, porque es sembrar y dejar huella, comprometerse en alguna causa digna de tal nombre y asombrarse ante el espectáculo de la vida y saber afrontar los reveses y los traumas, los dolores y los quebrantos, las fatigas y los enfrentamientos que a cada paso salen en todas las relaciones humanas y aguantar y seguir aguantando y continuar recorriendo con pasión y curiosidad creciente el río de la vida, y luchar por un mundo más humano y menos feroz, más justo y menos violento …

Carpe diem, naturalmente, y algo más, mucho más, para dar más consistencia precisamente al momento actual, al presente, sin convertirlo en un absoluto.

1 comentario:

El pastor... dijo...

Carpe Diem: ¿queréis que os diga una cosa? me da miedo esta palabra si, como ocurre muy a menudo, sólo la entendemos como disfruta el día, que también. ¿Que quiso decir Horacio, disfruta el día o aprovecha el día? Porque no es lo mismo aprovechar el domingo para divertirme, que aprovechar el lunes para sembrar, porque mañana también amanece.

Es cierto que el día más importante es hoy, pero como yo esto ya lo sabía ayer, por eso lo preparé a conciencia.

Esta mañana mi esposa no necesitó levantar la persiana para ver si podía, o no, ir a la compra para preparar el menú del día. Esto pudo ser así porque se encargó de reponer el frigorífico ayer.

¿Qué hicimos cuando nos gustó creer que éramos ricos? Qué consecuencias ha tenido?

Frente a la interpretación CARPE DIEM: disfruta el día. Me quedo con esta otra CARPE DIEM: aprovecha el día.

Y no olvidemos dejar un abrazo para mañana, porque mañana también amanece y lo vamos a necesitar.

El de hoy aquí os lo envío.