jueves, 21 de octubre de 2021

LOS BESOS QUE NO DIMOS NOS PERSIGUEN

 “Y no consigo olvidar

el beso que no te di”.
Ángeles Sánchez Gandarillas
Dos versos, para qué más, de una de mis alumnas de los talleres de lectura y escritura creativa, que vive en San Vicente de la Barquera y ha seguido el curso pasado con una disciplina e interés extraordinarios a través de Internet, y sigue la misma marcha en este que acabamos de comenzar. Dos versos a los que, de ser músico, me encantaría poner música de fondo, pero me tengo que conformar con escribir algunas palabras que es el instrumento q ue más a mano tengo y utilizo con frecuencia.
Sígueme a donde los buenos aires me lleven para que tú enseguida sigas a los tuyos, que aunque creas que a ti no te llegan, no es verdad, todos los tenemos muy escondidos, o a flor de piel. Importa escuchar su murmullo:
No los puedo olvidar, el primero entre mi niñez y mi adolescencia, lo conté recientemente, quizá el primer beso que me dieron, y que yo por timidez no devolví, beso inexistente que después de sesenta y muchos años no olvido.
Como no puedo olvidar los miles de besos que no nacieron ni afloraron nunca que debían haber recibido mis padres. Eran tiempos de austeridad hasta en los afectos en aquella tremenda y terrible áspera posguerra. Y quien dice padres, dice hermanas, hermanos, las amigas de mi niñez, hasta el día de hoy, estas bastante más jóvenes que yo, ya entrado en muchos años, aunque en desacuerdo con mi edad mental.
Y quien dice besos, dice abrazos, afectos y momentos que trascienden la monotonía de los días grises y las noches negras. Y así recuerdo permanentemente los abrazos que una gran amiga me enseñó, sin pretenderlo, que por su larga enfermedad y esta larguísima pandemia, no han podido repetirse con la largueza (cualidad de largo y generosidad sin límite) y profundidad en el afecto que aquellos abrazos tenían. Y esos no se olvidan. Ay.
O cómo olvidar aquella tarde noche de la boda de unos amigos, que pudo ser memorable, pero me marché a destiempo, nadie sabe por qué y cómo, ya no volví a verla, y para colmo nos hicimos una foto con los novios, ella y yo solos con ellos, que cuando trasteo los álbumes me llegan con fuerza los recuerdos de forma persistente y un tanto machacona.
Y como es tan importante o más lo que no se hace y debiera hacerse que lo que se hace, uno no puede olvidar los momentos en los que debía haber estado presente y activo a tope, y no hubo tal; y las visitas y los acompañamientos debidos y necesarios que no tuvieron lugar por estar tontamente ocupado en otros menesteres a la larga insulsos y no tan debidos ni necesarios; y aquellas palabras ponderadas que decir y que alguien esperaba, o guardar silencio y no saltar la patochada indiscreta o que no venía a cuento, unas siguen todavía clavadas en la memoria para ser dichas y otros esperando ser en otro instante más cauto y más prudente; y no estar en el momento exacto, el día obligado y a la hora, puntual; y no haber acompañado los cinco kilómetros que le pedía el cuerpo y los secretos que aquel amigo necesitaba compartir; y no haber llorado con la que era toda lágrimas, ni haber reído a mandíbula batiente con quienes querían fiesta hasta altas horas de la noche aquella noche.
Me imagino que algo así puede sucederte, pero te juro que a mí los
besos y abrazos
que no di me persiguen y no consigo olvidar.
https://youtu.be/vJyoBaNnOxo Dónde irán los Besos (En Directo)
https://youtu.be/-uYVnqOdr9s Bésame Mucho Avalon Jazz Band

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