¿Es mucho pedir que en las valoraciones,
hechas a lo largo de la legislatura, algún ministro, al menos alguno,
tuviera algún sobresaliente, al menos alguno?
¿Es mucho pedir a los
padres, cuando llevan a sus hijos a restaurantes y otros lugares
públicos a sus hijos pequeños, que se comporten con elemental educación,
sin molestar a los vecinos de mesa?
¿Es mucho pedir a los hombres que abusan, maltratan y matan que comiencen por ellos mismos?
¿Es mucho pedir a los políticos jóvenes, que sean jóvenes de verdad y
no la voz de su amo, ni la sombra de sus bisabuelos que debieron ganar
muchas batallas desde relucientes sillones de cuero?
¿Es mucho pedir
a los tertulianos que solo hablen de lo que saben y se callen cuando
desconocen el resto y que los malos-malos (que los hay) aprendan de los
buenos-buenos (algunos hay y muy buenos tertulianos)?
¿Es mucho
pedir a los pirómanos que, antes de quemar el bosque o cuanto pillan,
empiecen por ellos mismos o por sus propiedades?
¿Es mucho pedir a
los políticos, en general, siempre hay honrosas excepciones, que
preparen los discursos y no se conformen con hablar sin decir nada o
solo lugares comunes, frases hechas y citas que no vienen al caso para
dárselas de cultos?
¿Es mucho pedir a los corruptos de todo pelaje y
condición que dejen de robar, porque ya estamos hartos de que nos robe
todo dios y de que nadie nos suelte aquello de tan poco fuste de si no
haríamos nosotros lo mismo de estar en su lugar?
¿Es mucho pedir a
nosotros mismos, para qué mirar a la luna, que cuando hablamos de los
otros no repitamos siempre la misma historia, la misma crítica,
idénticos lugares comunes ya pisoteados una y mil docenas de veces, y en
lugar de hablar mal, hablemos bien?
¿Es mucho pedir que mi huerto
dé algunos tomates decentes, cuando los amigos que me regalan las
plantas los tienen en abundancia y envidiables de hermosos por lo
enormes, y a la vez, sabrosísimos?
¿Es mucho pedir que los
comentarios de las Redes sean decentes, sin necesidad de insultar a
diestra y siniestra a cuantos se mueven en dirección contraria, aunque
te quedes con las ganas?
Sí, quizá sea mucho pedir, pero no puedo por menos de preguntármelo.
sábado, 22 de agosto de 2015
¿ES MUCHO PEDIR?
Publicado por ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ en 7:44
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