Una niña y un cuento con letras como peces de colores, pájaros que cantan nanas al oído, niños invitándola a jugar al pilla-pilla, príncipes de oro y luz que la traen y la llevan por mundos de leche y miel...
Lee, y es feliz, ríe por dentro y hacia fuera le sale un sonrisa inocente y fresca. Con estos cimientos se augura una personalidad fuerte contra todo vendaval.
Ojalá se acostumbre a llevar siempre un libro de la mano que le indique
el camino a seguir, le dé fuerzas para cuando se empine demasiado y
tenga la tentación de arrojar la toalla. Ojalá.
Pero dejemos que el futuro discurra mansamente y quedémonos arropando ese gran momento.
Pero dejemos que el futuro discurra mansamente y quedémonos arropando ese gran momento.
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