Y EN EL MEDIO, OTRO BREVE ESPACIO PARA EL RECREO
... y la vida se nos convirtió sin darnos cuenta en un recreo tan breve que se nos fue pasando sin advertirlo.
De la cuna, pero mejor de antes de la cuna, apenas sin espacio, en vos
nadando a ciegas, con el decir alto de Juan Gelman, y mejor antes del
abombado y cálido mar de la madre, un espermatozoide unido a un óvulo,
minúsculo feto... en el más reducido lugar imaginable.
Hasta la sepultura, el más estrecho y rectangular lugar de madera negra, tenebrosa y siniestra. Final sin territorio y morada en el mundo, polvo y nada..., y en el mejor de los mundos posibles polvo enamorado, que cantó Quevedo, pero al final ni eso: ceniza, polvo y sombra lejana
En medio: el recreo donde correr por las amplias avenidas de la vida hasta que nadie sabe quién te llama para volver al mar donde van todos los ríos a morir, conforme la copla manriqueña o el tránsito de lo oscuro a lo oscuro, que oí decir a Félix Grande, poco tiempo antes de su muerte.
Sin olvidar nunca que en el medio está el recreo en donde el momento se eterniza y el tiempo queda paralizado y suspendido en la cuerda de la comba.
Hasta la sepultura, el más estrecho y rectangular lugar de madera negra, tenebrosa y siniestra. Final sin territorio y morada en el mundo, polvo y nada..., y en el mejor de los mundos posibles polvo enamorado, que cantó Quevedo, pero al final ni eso: ceniza, polvo y sombra lejana
En medio: el recreo donde correr por las amplias avenidas de la vida hasta que nadie sabe quién te llama para volver al mar donde van todos los ríos a morir, conforme la copla manriqueña o el tránsito de lo oscuro a lo oscuro, que oí decir a Félix Grande, poco tiempo antes de su muerte.
Sin olvidar nunca que en el medio está el recreo en donde el momento se eterniza y el tiempo queda paralizado y suspendido en la cuerda de la comba.
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