miércoles, 5 de noviembre de 2014

LA PUNTERÍA DE “EL ROTO”




La genialidad de El Roto, además de ser total, por ello es lúcida, inteligente, amargamente crítica, sin vuelta de hoja, no deja títere con cabeza, y cuando creíamos que estábamos a salvo nos mete de lleno en el pozo de todas las culpas y responsabilidades del que no se puede salir por mucho cinismo e hipocresía que llevemos a las espaldas.
Con El Roto no se salva ni Dios, porque es inmisericorde, demoledor y de una crudeza apabullante. Gracias.
La pregunta que en todos los corrillos, barras de bares, tertulias de tres al cuarto, como las de altura, suele ser la misma:
¡Señor. ¿Por qué siempre gobiernan los peores?!
Nos frotamos las manos después de habérnoslas lavado como si con nosotros no fuera la cuestión y zas: el ramalazo al centro del corazón, como un trallazo, como un dardo venenoso para que haga mella, despierte a las piedras dormidas y levante conciencias amodorradas.
¡Porque tú los botas, so bobo! Zas, mayor contundencia es imposible y mayor acierto tampoco. A ver si nos enteramos de una puñetera vez.

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